lunes, 11 de febrero de 2013

Febrero, lunes 11.

Seamos sinceros, vivimos buscando la eternidad porque somos tan cobardes que no queremos asumir que las cosas no duran para siempre.
Queremos todo aquello que no tenemos y sólo algunos se conforman con lo que pueden tener, porque nos negamos a reconocer que tenemos límites y que no todo está hecho para nosotros.
Pero, sinceramente, nunca me ha gustado conformarme, me sabe a poco.
Una vida sin metas, es una vida perdida. Y ya que sólo tenemos una ¿qué mejor meta que buscar la perfección?
La perfección, la que cada uno quiere, personal, que puede ir desde una vida perfecta, con gente perfecta y planes perfectos, a vivir de los sueños, de planes que no tienen fecha, de ganas de hacer cosas, de estar con gente que, aunque imperfecta, hace perfectos tus días, de viajes.
Aunque sea una cobarde que no acepta que tiene límites, es lo que quiero. Yo me atrevo.