Hoy quiero hablar sobre un libro que ha hecho que me diese cuenta de cosas que quiero, o quizás de cosas que llevo queriendo toda la vida pero nunca me había parado a pensar en ellas.
No diré el nombre porque, sinceramente, creo que un libro acaba siendo algo personal.
Cada uno ve la misma historia de una manera, se imagina a los personajes de una forma y saca sus propias conclusiones. Por lo que da igual qué libro haya sido porque no creo que dos personas puedan sentir, ver y que les aporte las mismas cosas el mismo libro.
Pues el caso es que este libro me ha hecho pensar que si pudiera elegir qué ser, elegiría ser un personaje de novela.
El hecho de que la gente que te lea acabe teniendo sentimientos hacia ti o piense algo sobre cómo eres sin verte. O incluso que sean ellos quienes crean tu personalidad a través de lo que les cuenta el narrador.
Cómo los libros, sus personajes y sus historias acaban formando parte de tu vida. Cómo pueden convertirse en un buen refugio de la realidad.
Un libro no es realmente bueno si cuando terminas de leerlo sigues igual que cuando lo empezaste.