martes, 8 de julio de 2014

Bucle.

Todos tenemos alguna canción que tiene partes que nos encantan, segundos que volverías a escuchar una y otra vez sin cansarte. 
Su historia era como esa canción sonando en modo bucle. 
Siempre volvían el uno al otro, y daba igual todo lo que pasase por medio. Ellos, juntos, eran esos segundos, volviendo a sonar cada vez que empezaba la canción. Y no se podía hacer nada, la canción siempre sería la misma, y no dejaría de sonar.